lunes, 24 de septiembre de 2007

Capítulo II

Los días pasaron en aquel pueblo, pero algo alegró mis tardes, mis mañanas… caminando por las calles encontré un amigo, va mas que un amigo, sentía que cada vez que me lo cruzaba, algo adentro mío me movía para seguirlo…La verdad, que “eso de las mariposas en la panza, el corazón que se te acelera”, nunca pensé que esos dichos sean verdad cuando uno se enamora, pero esta vez me estaba sucediendo, sentía algo inexplicable…ese oscuro y profundo silencio, se extendía cada día que pasaba.
Cada mañana, tenía una razón para levantarme, Él, ahora si empezaba a vivir mi vida…una tarde, recuerdo, cuando por primera vez se acerco a hablarme, y me dijo:
-Disculpa que te moleste, pero hace tiempo que te veo, y necesito saber quien eres?- preguntó el joven
Yo, con voz de vergüenza y agachando la mirada, respondí: Soy Luz, y me ves muy seguido porque en tu persona encontré lo que estuve buscando muchos años.

Ese día, le explique, que con solo verlo se me encendía mi mirada y que ya no podía vivir así. Le dije que nuestros corazones decidan por los dos, que solo ellos nos ayudaran a saber lo que es el amor. Así fue, como comenzaron nuestros encuentros en la plaza, en el río; decidimos comenzar una relación con Iván, si ese es su nombre. Hubo algo especial entre el y yo, creo que nuestros encuentros fueron muy intensos, una mirada llevaba a una caricia, y una sonrisa a un abrazo, cada cosa que sentíamos lo hacíamos. Sus manos eran tan suaves, que noches enteras pasaba aferrada a ellas. Cada hora, cada segundo, cada minuto sin verlo, lo extrañaba, aunque hayamos pasado todo el día juntos, yo lo extrañaba.
Esas noches enteras sin poder dormir, porque al pensar en él se me pasaban las horas; las salidas para poder verlo y así cruzarlo y tenerlo; mis mentiras para que viniera a acompañarme; me siento muy acompañada con Iván, y siento que siempre voy a estar junto a Él. Puedo pasar días enteros hablándoles a mis padres de Iván, pienso que el y yo somos tan ideal. No existen palabras que expliquen tanto amor que siento por él.
No me importa si esta lejos o esta cerca, aprendí que para el amor no existen los tiempos ni las distancias, porque en los ojos de Iván, encontré el amor que tanto me costaba dar y encontrar, porque gracias a vos conseguí amarte y ser feliz, porque gracias a eso aprendí a extrañarte. Me enseñó muchas formas de amar, ya ves como estoy, perdidamente enamorada.

1 comentario:

Andrea dijo...

Maru, nunca leí un texto sobre el amor tan claro y tan cierto. Sí, estás enamorada...

Ahora, qué va a pasar entre ellos?