Lo único que pensé al llegar fue: “…este nuevo comenzar, jamás tendrá final…”. Pero estoy sola en la ciudad, que ciudad tan grande que es Los Ángeles. Me espere y me imagine otra cosa estando aquí, todos es muy diferente; desde las caras de las personas sonrientes hasta los que duermen en esos asientos tan incómodos y fríos de la plaza central.
Pasaron meses sin ver a mi familia, solo dedicándome a mi trabajo y a mi carrera… pero siempre pensaba, ¿en que es mi vida? ¿No estoy viviendo mi vida? Sola, sin esa persona que tanto me ayudo a decirme en venir; la soledad, me lleva al recuerdo. La motivación que tenia para llegar a este lugar, me lleva a pensar en mí vuelta al pueblo, en mi familia, en donde voy siempre cuando me falta un consejo, un abrazo, un poco de cariño, donde veo pasar toda mi vida reflejadas en esas calles.
Luego de tantos meses, decido volverme, aunque sea por pocas semanas, para ver a las personas que amo, y no olvidarme de aquellas que también me aman. Al ver a mis padres, ahí parados, afuera de mi humilde casa, me reflejan en sus miradas esperanza, alegría y mucho amor. Lo primero que me anime a decirles que mas que nunca tenia ganas de soñar con el futuro, con mi carrera, y les aclare, que mi estadía seria corta, pero furtiva. Pero los días pasaron de la noche a la mañana, y yo tendría que haber vuelto a mi trabajo, pero me quede por unos días más…no podía alejarme nuevamente de mi familia y además, el reencuentro con la persona mas esperada también llego...